La verdad es que desde octubre
del 2012 en el que encargamos el coche hasta ahora, 4 de febrero de 2013 que
sigo esperándolo. Y además teniendo en cuenta que en OPEL hasta enero de este
año siempre me dijeron que me lo entregarían a finales de año, me ha dado
tiempo a valorar el cambio de elección infinidad de veces.
Además hasta me metieron miedo
con el final de las ayudas del gobierno para el cambio de vehículos, plan PIVE,
el cual finalmente se ha confirmado que va a continuar unos meses más.
La explicación de esta larga
espera tardé mucho en conseguirla pero creo que ya la tengo. OPEL controlaba el
proceso de fabricación del coche en España. El pedido iba pasando por los
diferentes eventos que hacían presagiar que me lo entregarían a final de
diciembre. Finalmente en la fecha prevista el coche estaba en evento 48, a un
paso de ser entregado al concesionario, cuando de repente desapareció. El
sistema decía que había salido para Alemania pero no quedaba del todo claro. Si
seguía llamando par interesarme me confirmaban que en dos días estaría a mi
disposición pero la realidad fue que efectivamente se lo habían llevado a
Alemania. Concretamente en Rüsselsheim que es donde le incorporan todos los
dispositivos necesarios para su adaptación a GLP.
La tecnología del GLP es tan poco
conocida en España que incluso un coche que se fabrica aquí, se lo tienen que
llevar a Alemania a ponerle el depósito, inyectores, bomba, etc.
A día de hoy el coche está o
esperando ser cargado en un barco o navegando alegremente por el Atlántico
camino a España.
Entre tanto las diferentes
opciones que pasaron por mi cabeza y los motivos del cambio, han sido:
Renault Megane TCE 115 s&s,
un coche con un consumo excelente (5,3 l/100 km de media) para ser de gasolina
y que tras los dos años de garantía se podría transformar en GLP por unos 2500
€ IVA incluido que cuesta un kit para un 4 cilindros de inyección directa.
Podríamos estar hablando de un consumo medio en GLP de 6,3l/100km que
correspondería a un gasto medio de 4,9 € cada 100 km.
En contra de este modelo está el
tamaño de las plazas posteriores y el problema que no venga adaptado de
fábrica. Por precio, el coche más la adaptación, está en un precio similar al
Meriva.
Skoda Yeti 1.2 TSI. Este se me
antojó uno de esos días de enero en el que me cayó la nevada de turno. Sin ser
4x4 si me resultaba más seguro que el Meriva en esas circunstancias. En este
caso, dado que el consumo era mayor que el Megane, la idea hubiera sido
adaptarlo directamente según me lo dieran. En uno de las casas en las que se
hace la adaptación me juraban y perjuraban que la garantía no se vería afectada
e incluso en Skoda también lo aseguraban. En este caso el consumo hubiera sido
del orden del del Meriva o ligeramente inferior. La transformación era similar
a la del Megane al tratarse también de un 4 cilindros de inyección directa pero
el precio total subía unos 1500 € más.
En contra de este modelo estaba
el precio y la estética que no gustaba a toda la familia. A favor, su capacidad
todo terreno y la modularidad interior.
Toyota Auris Híbrido. A final de
año sacaron el nuevo Auris Híbrido que estéticamente el muchísimo más agradable
que el anterior además lleva el sistema híbrido del Prius que está muy probado.
Ya sin transformación sería una excelente elección por el consumo próximo a 3,8
l/100 km pero es que además es transformable a GLP con lo que podría conseguir
un coste de 3,5 €/100km. Su precio ha sido prohibitivo para mí muy a mi pesar.
Así que finalmente, de momento,
aquí sigo esperando a ver si a mediados de febrero, desembarcan el Meriva.