En una de las
primeras entradas del blog, hablé sobre cómo la bicicleta eléctrica que había
montado representaba un primer paso hacia la movilidad eléctrica a un coste muy
sostenido. Después conté cómo al cambiar de coche, tras muchas vueltas, opté
por un coche que funcionara con GLP porque los eléctricos (mi primera opción)
se me iban de presupuesto o no me daban la autonomía que necesitaba.
Ahora he dado un
nuevo paso hacia la movilidad sostenible. Con cierto dolor, he sacrificado mi
Honda 750 Seven Fifty del 92 (6 litros de gasolina a los 100km) para hacerme
con una moto eléctrica. Con la Honda ya vendida , me encontraba en el momento
de seleccionar la moto eléctrica, esos si, con un presupuesto muy sostenido ya
que por la Honda, con 21 años, no he podido sacar mucho.
Lógicamente, además
de sacrificar la velocidad y sensación de conducir una moto de más de 70 CV, he
sacrificado autonomía ya que las motos, ahora ya scooters a las que puedo optar,
no pasan de los 80 km teóricos de autonomía. A cambio, tenía que conseguir una
moto limpia, con consumos cercanos a 0,6 € a los 100km y con posibilidad de que
la usen más personas de la familia ya que, las que están a mi alcance, se
pueden conducir con carnet de coche o con el permiso que se puede sacar a los
16 años.
Tras desechar las
Vectrix. No porque no sean buenas motos, sino porque yo sólo puedo optar por
los modelos con baterías de Ni y su peso está en más de 230 kg lo cual se
parece mucho a lo que pesaba la Honda y hace que sea complicado su uso por
personas con menos fuerza. Así, lo que me queda es algún clon, ligeramente
adaptado por las compañías españolas, de un modelo chino.
Estuve entre dos opciones
y ambas de la misma marca BSG. La Generation y la Interlude. Son motos muy
parecidas y la decisión está sobre todo en la antigüedad de cada una y el
precio de compra ya que ambas son de segunda mano puesto que en este caso, no
puedo optar por ninguna nueva.
Finalmente opté por
la Generation. Ya la tengo y ya he hecho más de 100 km. El paso ya está dado y
cada vez más cerca de la movilidad eléctrica total. Primero fue la bicicleta y
ahora la moto.
Ya iré contando más
despacio la experiencia con la moto junto con la del coche que ya lleva hechos
más de 25000 km. De momento anticipo que el cambio de aceite se lo tuve que
hacer a los 23000 en lugar de a los 30000 porque así me lo indicó el ordenador.