Renault Zoe
El
pasado fin de semana me dejaron el Renault ZOE para probarlo en condiciones
reales de uso. Una excelente política por parte de Renault para que se nos
quite o se nos ponga el miedo a los coches eléctricos.
Tengo
que decir que yo ya había probado algún otro eléctrico e incluso había llegado
a alquilar un Peugeot Ión también un fin de semana para valorar si se adaptaba
a mis necesidades o no. En esa ocasión la conclusión fue que no pero estoy
hablando de un coche que tiene bastante menos autonomía que el Zoe y que se
puede considerar de una generación anterior.
El Meriva y el Zoe
La
experiencia con el Zoe ha sido excelente pero la inicié con bastante ansiedad
dado que había leído que es un coche difícil de cargar en cualquier toma. No
nos olvidemos que estamos en un país en el que prácticamente no hay puntos de recarga para coches eléctricos y, al menos en Madrid, la mayor parte está fuera
de servicio o son incompatibles con el Zoe.
Antes
de coger el coche insistí mucho en que me lo dieran con el cable de recarga
ocasional que es el que supuestamente se puede usar para cargarlo en modo lento
en cualquier enchufe. Pero había leído en numerosos foros que no siempre
funcionaba, que si la instalación no tenía una buena toma de tierra, daba error
y no permitía la carga. Así que el
sábado por la mañana fuí a recoger el coche al concesionario de El Escorial y
todo mi afán era saber si iba a poder recargarlo ya que con la batería completa
me marcaba una autonomía de 137 km y quería ir desahogado.
El Zoe en el Escorial
En
la primera prueba de carga, el resultado fue el que tantas veces había leído en
Internet, error de carga y te quedas con la autonomía que te queda. Así estuve
todo el sábado, moviéndome por la zona cercana a casa y controlando en todo
momento el consumo. Incluso abusando del modo ECO para no consumir en exceso.
La
prueba durante ese primer día, quitando el gran problema de la recarga
ocasional, fue gratificante. El coche se mueve con una fluidez y suavidad
altísima pero además no se hecha de menos en ningún caso la potencia ya que el
par y, por tanto la sensación de tirón, es enorme comparado con un gasolina
medio. Si tengo que decir que el confort y la ausencia de ruido es algo peor
que en el caso del Nissan Left que creo que es espectacular pero, en todo caso,
está muy por encima del de cualquier coche de combustión.
De compras con el Zoe
Cuando
además quitas el modo ECO, la recuperación del coche es impresionante y hace
que parezca casi un deportivo. Además, en cuanto dejas la carretera y te metes
en zona urbana, el consumo baja estrepitosamente con lo que me llego a creer lo
de los 210 km de autonomía que declara el fabricante y que está muy lejos de lo
que marcaba el coche recién cargado (137 km).
Estaba
disfrutando tanto con el coche que necesitaba cargarlo como fuera para poder
seguir usándolo al día siguiente así que me fui a otra toma de corriente en
otra casa y, afortunadamente, funcionó. El sábado por la noche dejé el coche
cargando con un 50% de batería y marcó que necesitaba 10 horas y 20 minutos
para completar la carga. Hay que tener en cuenta que este coche se puede cargar
a múltiples velocidades con la toma que incorpora y un punto de conexión
específico para él pero que en un enchufe convencional, la carga es muy lenta.
De todas formas, si hubiera tenido la batería casi descargada, también habría
necesitado casi el mismo tiempo ya que la carga más lenta es la del último
tramo de carga de la batería.
Al 50% de carga, 10h 20 m
Al
día siguiente, con la batería otra vez a tope, ya no necesitaba usar el modo
ECO. Además lo metí por autopista a ver cómo se defendía y el resultado fue más
que satisfactorio a velocidades legales. Eso sí, a 120 km/h, la batería se
descarga apreciablemente.
Me
acerqué a uno de esos centros comerciales que anuncian que tienen cargadores
para vehículos eléctricos. Estaba en Torrelodones y, como tantos otros, fuera
de servicio. Como para confiar en los cargadores públicos.
Recarga fallida
Está
claro que si no tienes un punto de recarga propio, no hay más opciones con lo
que para mí que tengo que hacer a diario los 100 km si no hay imprevistos, una
autonomía de unos 130 km reales que es la que da el Zoe, todavía se me queda
corta muy a mi pesar. Ese y el precio fue el principal motivo para hacerme con
el coche a GLP.
Interior del Zoe
Pero
estoy convencido que esto no tiene marcha atrás y que no en mucho tiempo los
coches eléctricos van a ser mayoría por el bien de nuestra salud.
Muchas
gracias a Renault por el ofrecimiento y por esta promoción que va a ayudar
mucho a acercar el vehículo eléctrico a los que nunca lo habían probado.