Desde finales de febrero hasta ahora, ya hemos
llegado a los 10000 km con el coche incluyendo un viaje de unos 1000 km entre
ida y vuelta y con unos 120 km diarios de recorrido.
En próxima entrada pondré todos los datos de consumo pero hoy lo que quiero es resumir la experiencia de estos
meses con el coche en los aspectos que más pudieran interesar desde el punto de
vista del uso de un coche a GLP. Recuerdo que lo que pretendo es dar un punto de vista completamente imparcial por parte de un usuario real.
Repostaje:
En la mayor parte de las gasolineras que sirven
GLP y el resto de combustibles, el surtidor de GLP suele estar en el lugar más
cómodo para los conductores por lo que desgraciadamente, casi siempre suele
estar ocupado y toca esperar detrás de un coche cuyo conductor se te queda
mirando perplejo porque no te pones en otro surtidos teniendo el resto vacíos.
Además si el simétrico está libre, tampoco conviene ponerse en él porque si te
pilla al otro lado de la entrada de gas y tienes que extender la manguera, cuesta
más acoplarla en la boca del depósito. Con lo que el resto de usuarios de la
gasolinera se te queda siempre mirando y pensando que qué manía tendrá el del
coche blanco en esperar en el único surtidor que está ocupado. Alguna vez se lo
explicas al de delante pero hay veces que te puede la pereza.
Otro aspecto que me dio problemas al principio
fue que en algunos surtidores, el acople con la manguera cuesta más que con
otros y al principio se puede escapar algo de gas. Con el tiempo, se va
cogiendo práctica y cada vez nos cuesta menos repostar.
Autonomía:
En estos 10000 km la cifra media de consumo de
gas ha sido de 8,3 l a los 100 km pero el máximo llenado de GLP del depósito
con él vacío, ha estado en 34,4 l. Esto nos da una autonomía media de 414 km.
Esa sería la autonomía media en GLP pero tampoco es real si no quieres gastar
nunca gasolina ya que no hay muchas estaciones de servicio donde repostar con
lo que deberíamos adaptar la autonomía a las posibilidades de repostaje. En
nuestro caso, con la gasolinera más cercana a casa a 30 km, tenemos que aprovechar
ciertos desplazamientos para repostar, lo que hace que a partir de los 300km ya
siempre nos tengamos que plantear el repostaje en la gasolinera más cercana. Así,
si no quieres entrar a usar la gasolina, en los finales de depósito de gas, la
autonomía real que con la que estamos jugando estaría en 300 km ya que el
repostaje medio que hacemos está en 25 l. Vamos que entre que hay pocas
gasolineras de GLP y que repostas cada 300 km, terminas conociendo a todos los
de las gasolineras.
Otra forma de verlo es teniendo en cuenta que en
algunas ocasiones, siempre que hemos podido salvar atascos y con el coche poco
cargado, hemos conseguido consumos próximos a 7,5 l, lo que nos daría una
autonomía de 459 km. Si a esto le unes que pudiera no importarte recorrer
algunos kilómetros en modo gasolina, podrías conseguir no ser tan esclavo de
los repostajes.
En todo caso, parecería conveniente tratar de
meterle al coche un depósito algo mayor. El que mota es de 48 l pero se queda
en un uso real de 34, 4 (un 72%). Si se pudiera montar un depósito de 60 l,
manteniendo la proporción, llegaríamos a los 43 l que nos darían para unos 520
km que ya es una cifra más llevadera.
Alguna vez he visto en la gasolinera cómo el
coche que me había precedido había dejado marcado en el surtidor más de 50 l de
GLP. Qué envidia. Con ese depósito yo podría llegar a los 600 km.
Ruido y vibraciones:
Este es uno de los aspectos mejores. El coche que
dejamos para sustituir era un Opel Zafira 2.0 diesel del año 2000 que parecía
un camión cuando estaba a ralentí. Como comentaba en las primeras entradas del
blog, mi intención era pasar a un coche eléctrico pero por coste y necesidad de
autonomía, no pudo ser pero siempre hemos ido buscando una sensación de
conducción que se pareciera lo más posible a la que dan estos coches. Ausencia
casi total de ruido y, quizás más perceptible todavía, ausencia total de
vibraciones.
Como decía no pudo ser y hubo que conformarse con
la alternativa del GLP pero es resultado es satisfactorio. El coche funciona muy
suavemente, sin vibraciones y el motor hace muy poco ruido.
Contaminación:
No disponemos de ningún analizador de gases para
comprobar lo que sale por el tubo de escape pero si puedo contar la sensación
que se percibe usando este coche. Los primeros días, y supongo que sería
sugestión, el olor que salía del tubo de escape, me recordaba a la antigua
cocina de butano. Ahora no lo aprecio por lo que no sé si al principio estaba
sugestionado o que ya me he acostumbrado pero lo que es verdad es que, cuando
llego a casa, con este coche, no hay sensación de olor como la que se percibe
cuando llegamos con el otro que es de gasoil.
Otra cosa que choca es cuando ves al típico coche
que va delante soltando un humo espeso. Eso con este nunca va a pasar. No se
van a ver nunca partículas sólidas saliendo del tubo de escape.
Para terminar en esta entrada y a título de
resumen, pondré los aspectos que considero ventajas e inconvenientes del uso de
una coche a GLP en 2013 en España. Aspectos a nivel general sin tratar de
particularizar para el caso del Meriva.
Ventajas:
- Menor contaminación.
- Menor coste kilométrico que un coche de gasolina y similar o algo menor a uno diesel.
- Emite menos ruido y vibraciones que un gasoil.
- Motor más sencillo que un gasoil y trabajando a menor presión.
- Menos coste de mantenimiento que un gasoil.
- Mayor autonomía total al llevar un depósito de GLP y otro de gasolina.
- Más seguridad en que el precio del GLP suba poco al no permitirse al incorporación de nuevos impuestos hasta 2018.
- Sensación agradable al llenar el depósito con 20 € (A fecha de hoy el litro de GLP lo estamos pagando a 0,762 €).
Inconvenientes:
- Poca autonomía en modo GLP en relación con el tamaño del depósito debido a que consume más que en modo gasolina.
- Hay pocas estaciones de servicio que sirvan gas todavía en España y además tienen pocos surtidores dedicados.
- El repostaje es ligeramente más lento que el de un surtidor de gasolina.
- Te quedas sin rueda de repuesto.