Por fin, aprovechando el puente
de mayo en la Madrid, hemos podido hacer una pequeña escapada que, en lo que
nos ocupa, nos ha valido para sacar algo más de información de lo que supone
organizar una salida con un coche a GLP si queremos seguir quemando gas en
lugar de gasolina.
Se trataba de llegar a la costa de Murcia desde la sierra de
Madrid. Aproximadamente un recorrido de 500 km desde el origen al destino,
teniendo en cuenta que en el uso habitual del coche, le había estimado la
autonomía en gas en unos 400 km.
También hay que tener en cuenta
que la gasolinera con GLP más cercana al punto de salida está a unos 30 km por
lo que no era posible partir de depósito lleno pero además, antes de salir no
nos fue posible repostar por lo que tendríamos que iniciar el viaje con medio
depósito.
Lo primero, como hacían nuestros
padres, fue planificar el viaje el día anterior viendo dónde habría que parar a
repostar de forma que se pudieran completar los 500 km más los que tuviéramos
que recorrer en el destino (ya que no había tampoco gasolineras de GLP cerca)
sin gastar gasolina. Hay que aclarar que lo de no gastar gasolina era más un
reto que una necesidad real.
Pues bien, en el recorrido que
había que hacer, encontramos tres zonas de posibles reportajes: Madrid y sus
alrededores, con muchas posibilidades, Albacete (con dos gasolineras) y Murcia
con una gasolinera.
El repostaje en Madrid, no suponía
ningún problema, pero ya en Albacete y mucho más en Murcia, podría aparecer. El
problema estaba en que el viaje de ida lo hicimos el día 1 de mayo, fiesta del
trabajo. Ese día una de las gasolineras de Albacete y la única de Murcia cerraban por la tarde y nosotros saldríamos de Madrid a medio día. Con este
dato, la posibilidad de cargar de gas se quedaba reducida exclusivamente a la
gasolinera de Albacete que está en la autopista pero en sentido hacia Madrid y
en Murcia se hacía imposible repostar.
Así, el día anterior hubo que
meter las coordenadas de todas las gasolineras con GLP de la zona y llevar una
chuleta con los horarios de algunas de ellas.
De esta forma, en el viaje de
ida, repostamos en Madrid sin problemas y posteriormente en Albacete, para lo
cual hubo que hacer un doble cambio de sentido que supuso cerca de 10 km más.
Llegamos al destino con medio depósito de gas, como para hacer entre 200 y 230
km más.
A la vuelta, me entró la pereza.
Ya se sabe, estás deseando llegar y no te planteas muchos complicaciones en el
viaje así que llevaba 226 km de depósito y estaba a 200 km de la gasolinera de
Albacete que además esta vez me pillaba de camino en el mismo sentido de mi
marcha. Entonces pensé que, todo si finalmente conseguía una autonomía de un poquito
más de 400 km en GLP, podríamos llegar y que si no llegaba, pues a tirar de
gasolina unos pocos kilómetros. La alternativa, por muy pocos kilómetros en
modo gasolina, era meternos en Murcia y repostar allí pero después tendría que
volver a hacerlo en Albacete porque de Murcia a Madrid teníamos justo 400 km.
Ese fue el plan de la vuelta y el
resultado es que nos quedamos en 390 km de autonomía en ese último depósito y
es que, como pude ver en los consumos posteriores, creo que ese surtidor daba
algo menos de presión que otros que habíamos usado ya que, después de hacer 36
km en gasolina, lo que hace entender que ya no quedaba gas, sólo entraron 33,8
l de GL cuando el record del coche lo tengo en 34,4 l. De todas formas, en
otras ocasiones, cuando ha saltado en automático de modo gas a modo gasolina,
después de parar el motor, a veces admite unos kilómetros más en modo gas. Lo
que pasa es que para hacer eso, hay que apagar el motor y en esta ocasión no
valía la pena intentarlo.
El otro motivo para quedarnos en
390 km de autonomía fue un consumo de 8,7 l/100 km en el último trayecto. Eso
si, con el coche lleno a reventar y a una velocidad media real (de GPS) de
120km/h.
Finalmente, ya próximos a
finalizar el viaje, repostamos una segunda vez para dejar el depósito lo más
cargado posible. El consumo teórico en el último tramo resultó ser de 9,1 l
/100 km. La velocidad había sido mayor y, sobre todo, creo que realmente el
último surtidor, que era el que usamos habitualmente, carga algo más el
depósito ya que en la operación inversa, correspondiente a la salida de Madrid
y primera parada en Albacete, con un parón de hora y media de atascazo que no
quiero volver a recordar, dio un consumo teórico de 7,9 l / 100 km que no hay
quién se crea.
La sensación de todo esto,
salvando la enorme distancia que lo separa, me recordó a cómo hay que ajustar
si te mueves hoy en día con un coche eléctrico con el que además juegas si la
red que supone en estos casos contar con el depósito extra de gasolina. Además
con el eléctrico, un atasco como el que nos tocó sufrir a la ida, no hubiera
afectado en nada en la autonomía del coche salvo ampliarla ligeramente por la
baja velocidad.
Espero que se anime cada vez más
gente a usar este combustible y consigamos entre todos disponer de más puntos
para repostar.
Por cierto, cómo quedó el parachoques del coche después del viaje por los mosquitos.
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